Evaluación de los resultados del trasplante hepático con hígados que nadie quiere

Abstract

Introducción y objetivos: La escasez de donantes para suplir la demanda de trasplantes es un problema Mundial. Se han planteado numerosas estrategias para paliar esta situación, entre ellas la utilización de donantes considerados “suboptimos”. Malago y col. acuñaron el término “hígados que nadie quiere” para definir injertos que fueron rechazados numerosas veces por varios centros antes de su aceptación por parte de un centro. EL objetivo es evaluar los resultados en la utilización de “hígados que nadie quiere” en nuestro centro.

Métodos: Se usaron como fuente de datos la base abierta CRESI-SINTRA y una base prospectiva, para estudiar la actividad en Argentina y en el Hospital El Cruce (HEC) durante 2013-2016. Estudio retrospectivo, dos grupos pre-determinados: 1. Pacientes que recibieron un órgano más allá del percentilo 75 de mediana de rechazos 2. Resto de los receptores. Se usaron para la descripción y análisis de datos: Porcentajes y medianas (rango intercuartilo/IQR) CHI2 y Wilconxon Rank Sum test, Kaplan-Meier / ong rang sum test. Resultados: Se realizaron 1325 trasplantes a nivel nacional, con una mediana de rechazos previos al implante de 5 (IQR3-11). 153 fueron realizados en el HEC y la mediana de rechazos fue de 7 (IQR3-18); 55/36% de esos injertos más allá de p75, ninguno fue usado para falla hepática fulminante. Comparando 1 vs 2 (55 vs 72), no hubo diferencias estadísticamente significativas en la edad (51 años IQR45-60 vs 50 años IQR39-59 p=0.53), incidencia de falla primaria del injerto (RR 0.65 IC95%0.33-1.32 p=0.19), extubacion temprana (RR 1.16 IC95%0.43-3.16p=0.78), o dialisis (RR 1.36 IC95%0.84-2.21 p=0.26); tampoco en la duración de estadía en UTI (4 días IQR3-6 vs 5 días IQR 3-9 p=0.12) u hospitalaria (8 días IQR 6-14 vs 1.5 días IQR 8-17.5 p=0.06), sobrevida del injerto (p=0.51) y del paciente (p=0.59). El MELD del receptor fue la única diferencia (24 IQR22-25 vs 28 IQR25-33 p<0.05 Conclusiones: Un tercio de la población de nuestro centro recibió “hígados que nadie quiere” (injertos rechazados previamente 12 veces), con similares resultados. Futuras investigaciones deberían determinar las causas de esos rechazos