Resumen:
El tratamiento del paciente con TEC es un desafío que requiere flexibilidad, constancia y creatividad. El resultado no debe ser medido únicamente en base a la recuperación física o cognitiva sino en la capacidad del paciente para participar e involucrarse en ocupaciones significativas. Para lograr eficacia es indispensable la intervención interdisciplinaria que incluya permanentemente al paciente y familia.