Fractura renal secundaria a trauma abdominal cerrado

Abstract

El traumatismo abdominal constituye una de las principales causas de morbimortalidad en pediatría. Los órganos mas frecuentemente comprometidos son el hígado y el bazo, seguidos en tercer lugar por el riñón (3-10%). Las lesiones que involucran al riñón son más frecuentes cuando el traumatismo es cerrado (90%) y en su amplia mayoría corresponden a lesiones de menor grado que incluyen contusiones, laceraciones que no involucran al sistema colector o hematomas subcapsulares. El principal objetivo de nuestra presentación es describir una lesión renal de alto grado, su manejo terapéutico y su control imagenológico evolutivo, dado la muy escasa frecuencia con que se observan este tipo de lesiones (aproximadamente el 5%). MÉTODOLOGÍA: Presentación de un caso clínico. RESULTADOS: Se trata de un caso clínico de una niña de 10 años, sin antecedentes de relevancia, a quien se le realizo una TC de abdomen con contraste luego de un trauma abdominal cerrado producto de un accidente en moto. Dentro de los hallazgos de la TC se observo una fractura renal derecha, con extravasación de contraste en proyección del polo superior renal, sugestivo de lesión en la vía excretora, con conservación de la perfusión del parénquima renal fragmentado e importante hematoma perirrenal que se extendía a fosa iliaca derecha, asociada a laceración hepática subcapsular en segmento VI y VII, hallazgos que fueron clasificados dentro de la escala AAST (American Association of Surgeons in Trauma) como lesión de grado IV. Dicha escala basada en los hallazgos imagenológicos permite orientar el tratamiento adecuado en la mayoría de los pacientes. En nuestro caso dado los hallazgos en la TC y su estado clínico se opto por un manejo conservador, realizando controles evolutivos con US que mostraron en forma progresiva una tendencia a la resolución tanto de la lesión renal como la hepática. CONCLUSIONES: La lesión renal grave en un trauma abdominal cerrado es muy infrecuente (≤5%). Sin embargo, su correcta descripción y clasificación a través de los hallazgos imagenológicos resulta fundamental para establecer la conducta terapéutica, priorizandose actualmente el manejo conservador frente al quirúrgico aun en lesiones de alto grado.