Resumen:
La tumefacción de las glándulas salivales, siguiendo a la administración de contrastes
yodados, se conoce en la literatura como sialadenitis por contraste o “paperas” por yodo (iodide
mumps), un efecto adverso extremadamente raro, caracterizado por el desarrollo rápido de edema indoloro, predominantemente de las glándulas submaxilares con rápida restitución ad-integrum. La patogénesis puede ser tóxica o idiosincrática. Alrededor del 98% de las sales de yodo son eliminadas por vía renal, y solo el 2% son excretadas por otros órganos, tales como las glándulas tiroides, salivales, sudoríparas y lagrimales. Así, esta entidad, ha sido observada principalmente en pacientes con insuficiencia renal avanzada, siendo esta, un factor de riesgo para su aparición. Sin embargo, la descripción de esta entidad en pacientes con función
renal normal, respalda la existencia de otros mecanismos patogénicos. Se presenta un paciente de 56 años con diagnóstico de enfermedad renal crónica, estadio Vd, relacionada.
Esta entidad fue descripta por primera vez en 1956, por Sussman y Miller, asociada a la administración de contraste yodado para efectuar un urograma excretor.(2). Hasta el año 2012 se hallaban 40 casos informados en la literatura de lengua inglesa. Existe un caso reportado de un paciente con 2 episodios de edema de las glándulas submaxilares, con intervalo de un año entre ambos; el primero de ellos, relacionado a contraste EV y el segundo, a la administración de medio de contraste acuoso por vía oral.(3) A pesar de las modificaciones llevadas a cabo sobre los agentes de contraste yodados, tales como, solubilidad en agua, tipo iónico, osmolalidad y viscosidad, las reacciones adversas de estos agentes ha disminuido, mientras su seguridad se ha desplazado en sentido contrario. La utilización de compuestos de baja osmolalidad, no iónicos, no eliminan el riesgo de sialadenitis por contraste como puede observarse en este caso y otros.(4) Sin embargo, la heterogeneidad entre los individuos ha causado algunas reacciones adversas raras, tales como la sialadenitis por contraste. Aunque la patogénesis de esta entidad no es clara, la acumulación tóxica de sales de yodo en los ductos glandulares o la función renal deteriorada, conducen a un trastorno en la excreción de yodo, pudiendo estar involucrados en el desarrollo de este trastorno, o bien se atribuye a reacciones alérgicas. Por otra parte, al examinar los casos reportados en la literatura, se presentan en pacientes sin antecedentes familiares y personales de alergia, la mayoría tenían función renal conservada, algunos habían recibido medios de contraste yodados previamente sin experimentar un evento de estas características.