Resumen:
Presentación de un paciente con queratitis fúngica, sin antecedentes de trauma ocular previo ni usuario de lentes de contacto.
Concurre a nuestro servicio paciente masculino de 42 años con ojo rojo y dolor en ojo izquierdo (OI) de 48 horas de evolución, sin antecedentes de relevancia. Agudeza visual mejor corregida (AVMC) ojo izquierdo 20/25. En la biomicroscopía OI se evidencia inyección mixta, lesión corneal paracentral blanquecina de bordes netos, con halo de edema epitelial y reacción celular en cámara anterior ++. Fondo de ojos (FO) normal. Se realiza toma de muestra para PCR y cultivo. Microscopía confocal informa estructuras compatibles con hifas. PCR para hongos +. Tratamiento: local colirios fortificados de Vancomicina, Ceftazidima y Anfotericina B. Ante evolución tórpida se realizan 3 aplicaciones de antimicóticos intraestromales, las dos primeras de Voriconazol y la tercera de Anfotericina B.
Tras la primera inyección intraestromal de Voriconazol, se evidencia una leve mejoría clínica. Luego de 72 horas el cuadro parece recrudecer. Se decide realizar una segunda inyección de antimicótico. El cuadro continua sin mejoría. Se realiza una tercera aplicación intraestromal rotando el antimicótico a Anfotericina b. En el control inmediato, se evidencia aumento del edema corneal y de la lesión e incluso, impresionan nuevos focos. No puede descartarse reacción plástico-tóxica de la Anfotericina b.
Las inyecciones intraestromales de antimicótico han mostrado ser una opción válida y eficaz como tratamiento coadyuvante en queratitis fúngicas refractarias al esquema inicial, acelerando los tiempos y el índice de curación sin complicaciones significativas relacionadas con la inyección. Es importante tener en cuenta que la Anfotericina b es una droga con gran toxicidad, por lo cual no es infrecuente encontrar en los postoperatorios inmediatos cuadros inflamatorios importantes que no están relacionados con el empeoramiento del cuadro infectológico.